Chers amis francophones qui visitez ce blog;
Je tiens à vous remercier pour vos visites, et même si je ne peux pour le moment publier en français, je vous encourage à laisser des commentaires si vous le souhaitez. Si vous avez de s questions à poser, je me ferai un plaisir de vous répondre.

Hi bloggers;
Thank you for your visits, even if I cant't post in English yet I encourage all of you to leave yours comments. If you have any questions, I'll try to answer back as soon as possible.

viernes, 22 de febrero de 2019

Hospital de ratitas // Hôpital de petis rats



Sí, como lo oís. Desde que mi gato-nieto pulula intermitentemente por mi hogar, tengo un hospital de ratitas, de tejidos y colores varios, en casa. Como directora, cirujano y enfermera, doy fe del lamentable estado en el que llegan a causa de la entrega del señor don gato, Totoro. ¡No ganamos para suturas! 

La ética y seriedad de este hospital me impiden fotografiar a las enfermas, pero nada dice de dibuengendros, jiiiii… así que a ver si observando el dibuengendrete sois capaces de diagnosticar dónde tengo que suturar en cada una de ellas… (lamentablemente no podré ofreceros premio alguno: este hospital carece de recursos). 



Lápiz de Ikea, bolis color de los chinos y lápiz color sobre agenda reciclada 11x15


          *****   *****   *****   *****   *****   *****   *****


Oui, vous avez entendu bien. Depuis que mon petit-fils-chat (le chat de ma fille) me visite de manière intermittente, j’ai un hôpital de petits rats, en divers tissus et couleurs, chez moi. Comme directrice, chirurgienne et infirmière, je certifie le lamentable état qu’ils présentent à leur arrivée à cause de l’effort et dévouement du monsieur-chat, Totoro. On n’y arrive pas, aux sutures, c’est trop !

L’éthique et le sérieux de cet hôpital m’empêchent de photographier aux admis, mais rien ne dit à propos de les dessiner, hé, hé… alors je me demande si, en regardant le dessin, vous serez capables de diagnostiquer où je dois suturer chacun de ces petits rats… (lamentablement je ne peux pas vous offrir aucun prix en espèces : cet hôpital manque de ressources).




8 comentarios:

  1. Para Lana, la Turner. !!!
    Fabrica de ratas, la Cabrarandera, ratas´de pelo afuera, pero si no fuera ,continuarían
    siendo monas.., entre el gato las monas y las ratas, pasa el rato... y solo se para si hay gato encerrado, y no corre por el encerado,que no hay mas cera que la que arde, y por la acera se va al parque.
    Solo ver tus manipulaciones atistico rateras, internacionales obras nordico orientales, de procedéncia , y de destino
    agenciado en el recicle, se nota tu deseo de hermanar culturas y ahorro, cosa digna
    de consideración, contando con la ubicación
    geopolifilarmónica de los cantares que corren.
    Y el gatuno perseguidor,cual coleccionista,
    no pasará frio en invierno, por lo menos
    en su interior tripero, con la lana, no turner, que ha ingerido.
    A la caza del gatubre rojo, que se esconde y no responde, solo en busca de la rata, y
    como los bolis son de los chinos el minino
    confunde la rata, con la lata, y en vez de
    darla el, se la das tu de rica comida en
    conserva, y así se conserva... Y QUE Ah !!!
    Mi au mi admirada artista artesana de la
    rata enbolada.
    Que vd. lo gate bien !!!!

    ResponderEliminar
  2. Este gato es un truhán: verdad verdadera. El minino es un roba-corazones, nos tiene ganados y, lo que es peor, lo sabe. No tiene reparos mi gato-nieto e igual le da la Lana que La Pana, que La Afieltrada, o La dePunto (él si que es un punto...) es "pa ná", por más monérrimas que sean o se pongan estas inocentes, incautas, sacrificadas roedoras (qué digo, mártires son, pobrecitas), la belleza "rompedora", la efusividad y entrega de mi Totoro es tal, que hace estragos. Es un donjuán mi nieto-gato y no me queda otra, abro hospital, soy mecenas: mecenas, directora, enfermera, celadora y limpiadora. Es mi sino, Ilustre, para qué negarlo, si amo a mi minino... amor de gato-abuela (apechuga Marga, que el amor pasa factura, jiiiii...)

    Abrazotes gordotes y lunáticos desde mi ático :D)

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué buenas historias ilustradas! Me encanta y ya no me sorprendes. Estoy acostumbrada a tu imaginación y creatividad. Abro tu blog pensando qué cosa nueva encontraré.
    Besos para tu lindo gatito-nieto, y por supuesto para tí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, chiquilla, si esto no es más que el fiel reflejo de la vida misma...
      El gato-nieto, angelico, que nos ha salido un destripa-ratas, nos tiene comido el coco y aquí me tienes, en multitarea hospitalera -y hospitalaria- jiiiii... Otro día te cuento cómo, gracias a él, la decoración de esta casa se encamina hacia el minimalismo...

      Abrazotes bien gordotes

      Eliminar
  4. Que imaginación Margarita, extraordinaria de verdad, pero la visión comercial es mayor aún, porque con el hospital de ratitas en terreno gatuno está garantizada la clientela.
    Enhorabuena.
    Un Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, ya me gustaría a mí tener tanta imaginación, pero no: esto que ahí arriba lees y ves dibuengendrado es real como la vida misma. En lo que tienes total razón es en lo de que a este hospital no le va a faltar clientela, ay Señor... ¡Verdad verdadera!

      Abrazotes gordotes

      Eliminar
  5. ¡Marga!, lo raro es que salgan vivas. O el gato es blando o está muy bien alimentado. Nosotros tenemos una podenca que trae conejos (ya muertos), aunque si son pequeños se los queda vivos, supongo que para que le hagan compañía; hasta que los descubrimos y los ponemos en libertad; algunos no quieren irse, prefieren quedarse en la caseta, pero no lo permitimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que, además de no tener carencias alimenticas, a este gato-nieto, adoptado por VIriato, parece que ese mirahuano sintético que rellena los cuerpecillos de estas pseudo-roedoras no es plato de su gusto, jiiiii... En cambio, Sweetie, la perrita de mi otra hija, pese a estar bien alimentada, tiene, no sabemos el porqué, una atracción fatal a comerse todo bicho muerto -mejor aún si ya tira a podrido- o cualquier excremento que encuentre en sus paseos por el campo. Como las personas, los animales tienen sus preferencias particulares, amigo mío. Pensándolo bien, esto de tu podenca, de mi nieto-gato el señor Totoro y los extraños placeres necrófagos de Sweetie, bien podría ser el comienzo de una novela...


      Abrazotes bien gordotes

      Eliminar