Lápiz grafito sobre papel |
-¡No puede ser!- Me dice mientras me mira a los ojos- ¡Dos kilos!
-Dos kilos, de qué- le pregunto.
-De qué van a ser… Marga, hija, de carne; de carne que ha crecido
alrededor de mi cintura… Según me lo cuenta, parece como si un alien venido de cualquier perverso planeta hubiese
colonizado su cuerpo con la intención de quedarse para siempre.
-Ajá- digo intentando
ganar tiempo y pensar algo para consolarla, pero a estas alturas ella ya ha comenzado su confesión y nada podrá
pararla; nada, excepto la llegada del camarero con los cafés, a los que acompañan unas pastas cortesía de la casa; entonces su mirada se
ilumina y su pena se desvanece.
-No hay que
martirizarse-le digo-; después de las navidades y dos fines de semana acudiendo
a celebrar la matanza del cerdo…
En ese momento, mi
cabeza ya ha comenzado a visualizarlo: colesterol y triglicéridos
en una desenfrenada y deliciosa orgía de grasa y no puedo evitar que se
me escape una risilla maliciosa…
Y para cuando voy a
proponerle aquello de menos plato y más zapato, tanto la culpa, como el
propósito de la enmienda la han abandonado: debió ocurrir mientras se zampaba
mis pastas.
* * * * * *
-C’est pas
possible! – Me dit-elle en me regardant dans les yeux-. Deux kilos!
-Deux kilos de
quoi?- je lui demande. -De quoi à ton avis, Marga ? De la chair, de la chair
qui a poussée autour de ma taille...
Tel qu’elle me
le raconte, on aurait dit qu’un alien venu de n'importe quelle perverse planète
avait colonisé son corps avec l'intention d'y rester pour toujours.
-Euhh, dis-je
en essayant de gagner du temps et de penser à quelque chose pour la consoler,
mais à ce moment-là, elle avait déjà commencé son aveu et rien n’aurait pu
l'arrêter; rien, sauf l'arrivée du garçon avec les cafés accompagnés des petits
gâteaux courtoisie de la maison; là, son regard s'allume et sa peine se
dissipe.
Il ne faut pas
se martyriser, je lui dis; après Noël et deux week-ends à faire le pèle-porc...
À ce moment, ma tête a déjà commencé à visualiser: le cholestérol et les
triglycérides dans une orgie de graisse effrénée et délicieuse et je ne peux
pas éviter de laisser échapper un petit rire malin, hi, hi…
Et quand je lui
propose de moins manger et de bouger plus, tant la culpabilité que les bonnes
résolutions l'ont déjà abandonnée: ça a dû arriver pendant qu'elle dévorait mes
petits gâteaux…
Hola Margarita, lo de la grasita lo dejo para otro día jejej.. que rollo.
ResponderEliminarAdemás de pintar bien, me encanta como escribes.
Un beso
Gracias, Olga. Me alegra que este pequeño divertimento te haya gustado. Si es que todo lo que está bueno o está prohibido o engorda...ja,ja...
EliminarAbrazotes
Ay, si es que la comida es muy tentadora y luego... Yo prefiero no hablar mucho, que he entrado en una etapa donde quitarme 25 gramos me cuesta caminatas de 6 o 7 kilómetros y apenas abrir el pico. Y por supuesto los gramos se van de manera imperceptible y ni me acuerdo de qué es eso que llaman "cintura". Pero no le quito las pastas a las amigas, no señor, en eso no caigo todavía, jajaja, pues cada el engorde debe ser solidario y, a ser posible, en comandita.
ResponderEliminarUn texto delicioso, lo mismo que el dibujo, y es que de cualquier cosilla sacas partido, artista.
Un beso.
Ja,ja, muchas gracias, Isabel, me alegra que este divertimentillo te guste, pero ahora has sido tú la que me ha hecho reir a mí. Lo de apenas abrir el pico es tremendamente visual... Yo, aunque no tengo kilillos de más, como mujer canuto, tampoco sé lo que es tener cintura, ya ves, jiii...
EliminarAbrazotes
Ja,ja, qué bueno. El texto es muy gracioso, ¿pero todo esto es real o te lo inventas? Y el dibujo es muy chulo. Me gusta tu blog.
ResponderEliminarElena
Pues el dibujo surge para ilustrar este pequeño relato; en cuanto a la historia, pues a medias, Elena. Porque si bien es una historia inventada, en toda historia subyace un punto de partida que se basa en algo sucedido que uno, o ha vivido o ha presenciado, o por algo escuchado, que sí que es real. Me alegra que esta entrada te haya resultado divertida, y te agradezco enormemente tu comentario.
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Lo peor es que después se sentirá culpable por el "pecado" cometido. Pero, claro, sin propósito de enmienda.
ResponderEliminarMe gusta el camarero, que se va como sin querer molestar.
¡Muy bueno Margarita!
Un abrazo.
Je,je... Sííí, Oñera, esa culpa es muyyy pasajera, jii...En cuanto al camarero, estoy totalmente de acuerdo contigo: creo que es lo mejor -y con diferencia- de la ilustración, lo cual no es tan bueno puesto que no debería ser él el protagonista...Je,je, pero así es. Y no veas cómmo me cuesta hacer estos dibus, porque aunque intento huir de la proporción y lo real, no hay manera. Pero pienso seguir se intentánndolo, que no se ganó Zamora...
EliminarGracias y abrazotes remojados...
Ah oui,, une situation qu'on connait toutes ! Ca m'as bien fait sourire :-))) Grosse bise.
ResponderEliminarOui, ce sont des simples affaires quotidiennes. Cette petite histoire que j'ai écrite et dessinée est née à partir d'une conversation que j'ai écoutée entre deux amies -voisines de table- à la cafétéria, où elles parlaient sur la prise de poids. Je suis très contente parce que cette petite affaire te faisait rigoler, chère Jane.
EliminarMerci et gros bisous
ahaha você alegrou minha noite, Margarita! Feliz Páscoa, beijos
ResponderEliminarMerci, Anamaria, je suis contente que ce petite histoire t'ait fait rigoler.
EliminarGros bisous!
Este relato es genial y muy simpático !!! siempre es un placer pasar por tu casa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Isabel
Gracias, Isabel María, me alegra que esta escaramucilla literaria te haya sacado una sonrisilla.
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Margarita este relato ingenioso me ha hecho reir. Tus viñetas y relatos divertidos me gustan siempre mucho. Me gustaria disfrutarlos mas a menudo. Felicidades
ResponderEliminarGracias, Eva, me alegra que te haya gustado este asuntillo cotidiano. A mí también me gustaría hacerlos más a menudo. Sólo falta un pequeño detallillo sin apenas importancia...¡Que se me ocurra algo...¡ je,je...
EliminarAbrazotes
Ha! Ha! Margarita, ton anecdote est très amusante et ton sketch est réussi. Je viens d'apprendre une nouvelle expression , " faire le pèle-porc " que je ne connaissais pas du tout. Joyeuuse Pâques Bisous
ResponderEliminarAh, chère Helen, moi non plus, je ne savais pas bien comme exprimer ce rituel qu'ici est très connu et très apprécié, mais à la fin j'ai trouvé sur l'internet France des images à propos de ce rituel où on utilisait cette expression. Je sais qu'il y a une autre: faire la cuisine du porc, mais celle-ci (Le pèle-porc) je crois qu'elle est plus proche à ce qu'on dit en Espagne. Je suis très contente que cette petite histoire t'ait fait rigoler.
EliminarGros bisous
Joyeuse Pâques à toi aussi Margarita.
ResponderEliminarTu me fais sourire ce matin avec tes mots...
C'est tellement drôle... et... tellement vrai!
Je t'embrasse et te remercie pour ta constance à venir me rendre visite.
Bisous.
Merci, Fabienne, mais c'est moi, je me fais un vrai plaisir de rêver en voyant tes oeuvres; tes femmes sont toujours si émouvants, surprenantes et inspiratrices... Je suis très contente que cette petite histoire de la vie quotidienne t'ait fait rire.
ResponderEliminarJe t'embrasse
Hola Margarita, es un relato muy bueno y muy divertido y la escena que nos muestras me gusta mucho, el camarero es lo más , súper simpático.
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz semana
Je,je...Sí, Rosa, el camarero es lo mejor, con diferencia, y eso, que es bueno, también es malo, jaja, porque no debería ser él el protagonista. Pero así salió. La verdad es que me costó bastante dar forma a la ilustración (me cuesta un montón abandonar la proporción y la forma real en el dibujo, cosas que sé indspensable para lo cómico del dibujete) mucho más que la vieja historieta que salió así, pum, de golpe y porrazo.
EliminarAbrazotes y muchas gracias, Rosa
Margarita, no había visto nunca ilustrado de manera tan gráfica la sonrisa cómplice de esa necesidad de la pastita...
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Camy. Me alegra que esta ilustración sobre otra de mis escaramucillas "literarias" surgida la vida cotidiana te haya gustado.
EliminarAbrazotes
Mi querida y admirada Margarita,
ResponderEliminaren todo el relato me he sentido tu amiga y en cada una de sus frases, dudas y merienda, más aún. Yo, que vivo pendiente del peso y de no tener hambre ¿Sabes que cuando pido un deseo, desde bien pequeña, siempre se repite pedir "no tener hambre? me uno a tu amiga y me regalaría tomar pastitas en tu compañía.
Abrazotesssss
Ja,ja, Beatriz. No me imaginaba yo que ibas a estar tú reflejada en esta historieta; bueno, bueno... eso sí que es totalmente inesperado. Jiiii. Anda que no me gustaría a nada (apenas) a mí echarnos esa parrafada en persona. Y por las pastitas no te preocupes, no hay que martirizarse...yo creo que esa presión psicológica de pensar si lo que se come te va a engordar es lo que realmente acaba por engondarte... O como diría alguien sesudo: no amiga mía, las pastas no engordan. La que engordas eres tú....je,je,je....
ResponderEliminarAbrazotessss