LLegó, ¡por fin!, el
segundo ¡El segundo encuentro de Ladrones de cuadernos! Tras el largo, pero
ameno viaje, llega la emoción de los reencuentros nocturnos, jiiiiii… los abrazotes y estrujones – ejem, la
lagrimilla contenida…-, el picoteo en terracita, pues la temperatura era
agradable –aunque en esto hubiera opiniones dispares-, la agradable charleta…
la contemplación de sacrosantos cuadernos -que quitan el sentío- de
algunos -privilegiados- que, acompañados
del organizador, monsieur Lorés, ya habían comenzado la tournée cuaderneril… La
charleta de nuevo… Y nos dieron la una
(si nos descuidamos, las dos y las tres), que diría Sabina, jiiiiiii; hora pues de retirarse, que las diez de la
mañana están ahí… ¡Aydiositoooo, no me lo puedo creer!
Han sido tantos los
escollos que me parece mentira estar ahí …
Amanece, que no es poco,
jiiii… Viriato y yo, plano en mano, nos
acercamos hasta lugar fijado para el inicio del encuentro y buscamos un lugar
cercano, una terracita, para desayunar.
Y en ello estamos cuando aparece mi Joshemari muy bien acompañado ¡de
Susana Lanau! En Cuenca apenas pude saludarla muy de pasada, pero esta vez ¡nos
hemos desquitado!
Reunido en el lugar
convenido un buen número de gentes variopintas –y variopintamente ataviadas,
rojo clavel incluido- pero dadas al robo, llega la guía, una joven menuda de
agradables facciones, gran cumplidora de su oficio, dispuesta a hacernos la visita en una hora
sin dejarse nada atrás -que luego, en San Miguel hay boda y también, a la una,
en la catedral-.
OJiplática, anonadada,
aturdida por el veloz inicio de la tournée, por el bombardeo informativo, en
principio no sé qué hacer –de hecho no hago nada, salvo escuchar y mirar,
mientras pienso: “Aydiositoooo, ¿saco el cuaderno? ¿Pero cuándo, dónde, por qué? O sea, por qué no se queda –ella, la guía,
grrr- un momento en algún lugar en concreto, murmuro para mis adentros…-.
Finalmente, me decido
-pardiez que la tipa es veloz-: puesto que tiempo no hay, hagamos pequeñas
cosas, que pena sería haber venido para nada hacer (¡Menudo papel, jejeje)…
Saco el lápiz –de ikea, ahí es na, esto promete-, abro el cuaderno ¡por fiiin!
Miro arriba (sí, sí, buscando ayuna divina, jijiiii) y ahí está, en las
alturas, el ábside, el rosetón… ¡qué molón… allá voy…! Ras, ras… garabateo…
Rotulador gris -punta despeluchada-, de los chinos, sobre Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
De allá, con la lengua
fuera, aún el rosetón en la cabeza, a
las pinturas murales… qué hermosas. Imposible de esto dar fe… hum… bueno, quizá, acaso… la greca, los escudos
–diecisiete cuento-, sus colores, incluso un adorno barroco que aparece bajo el
arco… ¡los cazo! ¡Bueno… bien!
Y salimos al claustro…
¡Ooohhhh! (Allí algunos se atrincheran,
adiós, bella guía, adiós…) yo, en cambio, algunos detalles del tímpano de la
puerta que le da acceso recojo. Del claustro, no hay más tiempo, la decoración
de algún capitel. No, no es el más conocido, que la guía no lo cita, pero a mí
me llama El Cordero, qué le vamos a hacer… (Amén)
Rotulador calibrado, acuarela y rotulador gris -punta despeluchada- de los chinos sobre Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
Luego, en lo que era la
sala capitular, también tumba de reyes
–creo- allá, en un oscuro rincón desde el que todo escucho pero nada veo, me
encuentro con una tumba. Ah, bueno, ¡¡puede valer!! Y mientras Ferto, desde mi
mismo rincón, a los visitantes retrata,
yo, la tumba retrato… El resultado me mola, el parecido es notable, el trabajo
limpio… (Arriba me vengo, estoy lanzada… Ah, lo siento – no tengo abuela… qué
loca… pues también es cierto).
Rotulador calibrado sobre lápiz de Ikea en Moleskine, cuaderno de croquis 13x21 |
Y de ahí a la catedral,
donde me sellan el cuaderno, qué iluuuuu, ¡mi primer sello!… La catedral…Fiuuuu… Me siento desbordada… Me siento (literal) y
al techo miro (que nadie se extrañe, no es vicio sino necesidad – pues que en
siendo pequeña todo arriba me parece quedar…- ). Me pueden los nervios: no los
míos, -que yo, pese al frenético ritmo, estoy tranquila y relajada: que hoy no
hay plancha, ni cocina, ni colada- sino
los de las bóvedas de la nave central; la manera en que se encuentran, los
rosetones que los adornan, su brillo dorado... ( ¡brilli-brilli!… soy -¿soy?-
una urraca) Sea. Sea lo que Dios quiera, allá voy… ras, ras…
Rotulador calibrado, rotulador gris -el espeluchado, sí-, acuarela y boli brilli-brilli de los chinos sobre Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
En el Pórtico del Obispo,
junto a Susana, Viriato, El Ilustre y mi Joshemari se produce uno de esos momentos
que se quedan en el corazón. Poco me importa la calidad de mi dibujo. Me
importa, y mucho, el momento. Y el momento es hermoso, risueño, relajado,
cálido y aterciopelado como la luz que nos acaricia mientras dibujamos (aunque
sobre el terreno esto se tradujese en una “margaritada”… “Mirad, jiiiiiii… si parecemos lagartijas al sol” –
ejem, qué cosas…)
Rotulador calibrado sobre lápiz de Ikea, sobre Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
Tras la apretada
mañana también comimos -¡Y qué bien
comimos!-. Y bebimos – eso sí, unos más que otros-… y charlamos, bla, bla, bla… y charlamos: de dibujos, de lo divino y de lo
humano; de lo que comimos, doy fe… acá
está dibuengendrado…
Rotulador calibrado, boli tinta rojo y acuarela sobre lápiz de Ikea. Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
Luego,
para rebajar… paseo relajado hasta el Museo provincial, en cuyo interior, una
vez atravesado un patio porticado, se encuentran ¡el famoso lugar de La campana
de Huesca! (cuya terrible historia e ilustración -antes- siempre en los libros de texto
encontrabas), el imponente salón del trono y la hermosísima estancia de Doña
Petronila -la cual, una vez provista de agua caliente, baño y calefacción no
desdeñaría yo como segundaresidenciaideal-. Volvemos al patio porticado, qué bellísimo y
tranquilo lugar, donde, visita nupcial
incluida –¡¡viva los novios!! Jijiji y
jajjaja… unos, acomodados, otros, los quemás, más bien desparramados por
los suelos, apurando todos la luz, perpetramos el último robo, acompañado de
nuevo sello … (¡y ya van dos, no me lo creo!)
Rotulador calibrado sobre lápiz de Ikea. Moleskine cuaderno de croquis 13x21 |
Foto de grupo,
chuspichusqui de categoría y en cantidad generosa… Bla, bla, bla…
jijiiiiii, jajaja… más fotos y primeras
despedidas… Au revoir…
De recogida ya, agradable paseo en muy
agradable compañía… charleta, muchas risas…
y aunque se intente posponer, llega la despedida: pasó el tiempo tan
deprisa… achuchones, abrazotes, abrazotes, achuchones… ¡Nos vemos, nos leemos!
¡Mil gracias, adiós, catalanes, vascos,
aragoneses, madrileños, castellanos, a fin de cuentas… Ladrones- ! ¡Fue un gran, gran placer!
EPÍLOGO: Imágenes que se quedaron en mi mente-demente...
Rotulador calibrado 005 sobre lápiz de Ikea, bolis magenta y rojo. Moleskine... |
Detalle |
Y alguna reflexión (qué tostón...)
Pétalos de tela que me buscaron... |
¿Qué os dije...? ¡¡ EL CRONICÓN!! Jiiiiiiii
***** ***** ***** ***** ***** ***** *****
Ça y est, la deuxième rencontre des voleurs de
cahiers est enfin arrivée ! Après un long mais divertissant voyage, arrive
l'émotion des retrouvailles nocturnes : les accolades et embrassades, une
petite larme -à peine contenue- un apéro en terrasse, car la température était
plus qu’agréable, malgré les opinions divergentes à ce sujet, la discussion
sympa, l'admiration des sacrosaints cahiers -qui obnubilent quelques-uns
-privilégiés- qui, accompagnés par l’organisateur, monsieur Lorés, avaient déjà
entamé la ronde des cahiers...
Discussion de nouveau… jusqu'à pas
d’heure ; héhé, puis il est temps de se retirer, car il est dix heures du
matin…. Je n’arrive pas à y croire !
Il y a eu autant de contretemps que c’est
incroyable d’être enfin là….
Le jour se lève et Viriato et moi, le plan à
la main, nous rapprochons de l’endroit fixé pour le début de la rencontre et
cherchons un lieu, en terrasse, pour petit-déjeuner. Nous sommes encore en
train de chercher quand apparaît mon Joshemari accompagné de... Susana
Lanau ! J'ai à peine pu lui dire bonjour comme il se doit à Cuenca, mais
cette fois-ci je me suis rattrapée.
Réunies au lieu convenu un bon nombre de
personnes diverses et variées, chacun son style, mais tous des voleurs, arrive
le guide, une jeunette menue et au visage agréable, très professionnelle, prête
à nous faire la visite en une heure chrono sans rien oublier, car, voyez-vous,
il y a un mariage à treize heures.
Bouche bée, pantoise, déboussolée par le
rythme infernal de ce début de notre tournée, par la quantité d’informations,
au début je ne sais pas quoi faire –d’ailleurs je ne fais rien, sauf écouter et
regarder, tout en pensant : dois-je sortir mon cahier ? Mais,
quand ? Où ? Pour quoi ? Mais pourquoi est-ce qu’elle –le guide-
ne resterait pas deux minutes au même endroit ?
Finalement, je me décide : comme le temps
manque, faisons plutôt de petites choses, ça serait dommage d’être venue pour
ne rien faire. Je sors mon crayon –de chez Ikea, la classe- j’ouvre mon cahier,
enfin ! Je regarde vers le haut (à croire que je cherche l’aide du
divin...) et la voilà, tout là-haut, l’abside, la rosace... à l’attaque !
Je gribouille...
Ensuite, hors d’haleine, la rosace encore dans
la tête, je passe aux peintures murales...si belles. Impossible de les
décrire...bon, peut-être, la frise, les armoiries –j’en dénombre dix-sept-, les
couleurs, même une décoration qui apparaît sous l’arc... je les saisis...
bien !
On sort du cloître, ohhhh ! Pendant que
le guide nous quitte, j’en profite pour capter quelques détails du tympan de la
porte d’accès. Du cloître, il ne reste plus de temps, je dessine la décoration
d’un chapitre. Non, ce n’est pas le plus connu, le guide n’en parle même pas,
mais je suis fascinée par L’Agneau, on n’y peut rien...
Après, dans ce qui fût la salle du chapitre,
aussi tombeau de rois –je pense- là-bas, dans un coin sombre depuis lequel
j’entends tout mais je ne vois rien, je trouve un tombeau. Ah, bon, ça peut le
faire ! Et pendant que Ferto fait le portrait des visiteurs, moi, je fais
celui du tombeau. Le résultat me plaît, la ressemblance est là, le travail est
propre... (J’ai les chevilles qui enflent, désolée, je suis un peu folle, c’est
vrai)
De là nous allons à la cathédrale, où l’on
tamponne mon cahier, trop bien, mon premier tampon !!! La
cathédrale...whaooo Je me sens submergée... je m'assois et regarde au plafond
(pas de panique, ce n'est pas par vice mais par besoin, je suis petite et tout
ce qui est haut semble...très haut). Je me concentre sur les nervures des
voûtes de la nef centrale, les rosaces qui les décorent, leur brillance
dorée... (si ça brille, ça m'attire ! serais-je une pie ?) Soit.
Advienne que pourra, me voilà, je gribouille...
Sous le portail de l’évêque, avec Susana,
Viriato, L’Illustre et mon Joshemari, se produit un de ces moments qui restent
dans le cœur. Peu importe la qualité de mon dessin. Ce qui compte, et beaucoup,
c’est le moment. Et ce moment est beau, gai, détendu, chaleureux et velouté
comme la lumière qui nous caresse pendant qu’on dessine (même si j’ai été moins
poétique sur le moment, « regardez, on dirait des lézards au
soleil ! »)
Après une matinée bien remplie, l’heure du
repas. On a bien mangé ! On a bien bu ! (certains plus que d’autres)
On a bien discuté, bla, bla, bla, et discuté : de nos dessins, du divin et
de l’humain, de ce qu’on a mangé... ça, j'en témoigne avec mon griboullis...
Ensuite, pour digérer, promenade détendue
jusqu’au musée, où se trouve, après avoir traversé un patio, le fameux lieu de
« La campana de Huesca » ! (son histoire terrible était toujours
expliquée dans les manuels scolaires, mais ça, c'était avant). L'imposante
salle du trône et le très beau séjour de Doña Petronila -en y ajoutant eau
chaude, toilette et chauffage, résidence secondaire idéale-. Retour au patio,
endroit calme et beau, où, visite nuptiale inclue -vive les mariés !- nous
procédons au deuxième vol, avec son tampon (et de deux, je n’arrive pas à y
croire !) Pour cela, certains ont trouvé une place, d’autres s’allongent
par terre, mais nous profitons tous de la lumière.
Photo de groupe, apéro royal et
gargantuesque... bla, bla, bla, encore des photos et premiers au-revoirs...
C’est déjà le moment de ranger, agréable
promenade en bonne compagnie... discussion, beaucoup de rires, et même si on
voudrait le retarder, le moment de dire au-revoir est arrivé. Le temps est
passé trop vite, embrassades, accolades, bises... On se voit, on se lit,
bientôt ! Mille mercis, au revoir, catalans, basques, aragonais,
madrilènes, castillans, en fin de comptes... tous des Voleurs ! Ce fût un
grand, grand plaisir !
Épilogue: des images qui restèrent dans ma tête...
Et une réflexion... (un pavé!)
Qu'est-ce que je vous avais dit? UNE HISTOIRE SANS FIN (UN PAVÉ!) Hé, hé...
Esto está bien, los dibujos y la plática me gustaron, ¿eres maestra? pero harás más destroza este diario, ¿verdad?
ResponderEliminarSaluditos
Pues me alegra que te gustara, muchas gracias. En cuanto al diario, ¡claro que haré más! y que lo publicaré, lo que no sé es cuándo será...
EliminarSaluditos a ti también (¿Elizabeth?)
Tu as tellement bien decrit ton petit voyage Margarita, c est comme si j y etais aussi! Un grand plaisir pour toi et pour tous ceux qui ont le bonheur de lire ton post. Je crois que tu en as profite au maximum de cette visite. Tes aquarelles sont pleines de petits details tous aussi interessants les uns que les autres. Bravo pour ces croquis pris sur le vif, je te souhaite une belle semaine, a bientot, plein de bisous
ResponderEliminarMerci, merci beaucoup, ma chère Helen. Tu es une femme très courageuse, une survivante à mon pavé, hé, hé...!!
EliminarEn ce qui concerne à cette visite, tu as raison, j'en ai bien profité donc après cet été "intense", plein d'incertitudes, cette opportunité a été comme un moment de répit qui m'a redonné du courage pour récupérer un état d'âme plus optimiste (ce qui est plus en accord avec mon propre caractère... hé, hé...)
Gros bisous-abrazotes ;D)
Se cerró la trilogía :
ResponderEliminarEl Decamenón
El Satiricón
El Cronicón
Con permiso de tu amado Tropezón, presente, siempre en tu
palanganadelactocafeinado, sé de tu potencial literario, del que
en este haces derroche, para placer de tus lectores, al azaz
avidos de tus rondados romances.
História tan pulcramente relatada, y hermosamente adornada
por artísticas ilustraciones,ad hoc, es para licuarla, a lo Ferrán
Adriá, e inyectarsela indovenosa, para, incorporándola en nuestro
ser, no olvidarla, en la vida. BRAVO... !!!
Mi querido, Ilustre, excelso pluricocos y supervivente por derecho propio tras la digestión del ladrillo, jiiiiiii...
EliminarHubiera sido contranatura y hasta un agravio comparativo el hacer un sintético compendio de algo que fue grande, que no hizo sino regalarme gratísimos momentos en lo dibujístico y, sobre todo, en lo humano, en un momento personal en el que, a causa de esa extraña querencia que el patrono laboral muestra hacia esta nuestra unidad familiar, anímicamente andaba tan necesitada. Un viaje hacia el optimismo como el que me ha proporcionado tal Encuentro humano lo merecía.
Serán sólo unos pocos, los valientes y leales, los que resistan el paso de esta "experiencia del Cronicón" que es, en cierto modo, como la prueba del algodón,(el algodón no engaña). Sabía yo de antemano que usted en esto sacaría nota... No obstante, prometo intentar en los próximos post limitar un tanto el asunto verbal -verborréico más bién, jiiiiii-. si bien prometer, por pura sensatez y coherencia, no prometo... bla, bla... jiiiiii
Abrazotes muy muy gordotes, Ilustre mío, excelso pluricocos...
Posdata: hora de lactocafeinarme... On y va!!
Felicidades por sus hermosos dibujos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Mª Jesús.
EliminarAbrazotes